Los puntos ciegos se definen como una debilidad que puede limitar el éxito, Incluso los ejecutivos más exitosos tienen puntos ciegos. Todo el mundo tiene uno, y es muy difícil detectarlo nosotros mismos.
El ego, en términos psicológicos, es la parte de la mente que media los deseos conscientes e inconscientes, es responsable de darnos un inflado sentido de nosotros mismos. Nuestros egos anhelan poder e influencia, algo que es de fácil acceso para cualquier CEO.
Cuando un ejecutivo llega a ser CEO, es natural tener un poco de bravuconería, toda vez que alcanzó la cima de la pirámide. Se sienta en “esa” silla y de repente sus bromas se vuelven más divertidas, todos escuchan atentamente cuando habla y sus conclusiones son siempre las conclusiones correctas.
Pero no hay que caer en esta trampa, los ejecutivos impulsados por el ego rápidamente pierden su ventaja competitiva. Sin una verificación con la realidad, la toma de decisiones se desmorona y velozmente se puede perder el control.
A continuación, algunos tips para ayudar a superar la trampa del ego:
1. Adopta una mentalidad de crecimiento
Los mejores directores ejecutivos no son sabelotodo, son aprendices de todo. Puede que tengan mucha experiencia, pero siempre hay más que aprender.
2. Solicite la opinión del equipo, y escuche…
Cuanto más grande se vuelve el ego del CEO, más estrecha es su visión. Para mantener el ego bajo control, es aconsejable configurar un proceso consistente para recibir aportes y comentarios del equipo sobre sus decisiones.
3. Practicar la gratitud
Cultivar la humildad es una práctica de por vida que comienza recordando el viaje que te llevó a este punto. La humildad es uno de los rasgos más importantes de un líder: Se trata de darse cuenta de que, como líder, no tienes todas las respuestas. Y cuando te das cuenta de esto y realmente lo internalizas, estás dispuesto a escuchar más, estás dispuesto a aprender de los demás. No permitirá que su orgullo se interponga en el camino para obtener la información que necesita para lograr los resultados que desea.
Si te encuentras luchando contra tu ego, no estás solo, es fácil confiarse demasiado, recuerda que eres un gran empleado y un gran líder, pero no eres ni clarividente, ni infalible.
Es difícil encontrar tus propios puntos ciegos, y es ahí es donde los entrenadores expertos pueden ayudar.
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